La ley de la atracción

     Aquí les dejo con La ley de la Atracción, la segunda parte de Química Perfecta de Simone Elkeles.
Sé que puse que me estaba leyendo El cielo está en cualquier lugar, pero bueno :P :$.

   


Sinopsis:
Cuando Carlos Fuentes vuelve a los Estados Unidos tras vivir un año en México, no quiere tener nada que ver con la vida que su hermano mayor, Alex, ha construido para él en un instituto en Colorado. Carlos quiere vivir la vida a su modo y labrarse su propio camino —tal y como hizo Alex. Pero entonces conoce a Kiara Westford, una chica callada que está completamente intimidad por el salvaje carácter de Carlos.
Carlos cree que Kiara piensa que ella es demasiado buena para él y se niega a admitir que quizás la joven se esté enamorando de él. Pero muy pronto se dará cuenta de que ser el mismo es justo lo que Kiara necesita.

Puntuación:
Crítica:
Bueno bueno bueno bueno bueno..... Haber, este libro es muy dificil en sí.
El primero, Química Perfecta, te presentaba una historia de amor y de acción debido a su trama.
Pero ahora el segundo parece que olvida la segunda parte.
Para mí esta historia es solo entre Carlos y Kiara.  Por que toda la parte de acción sinceramente se quedó atrás, como de lado, y la autora debería haber puesto todo en la cantidad exacta.
Aun así, me gustó más esta parte que la primera. Quizás por que Carlos me gusta mucho más; es como un chico que intenta pensarse las cosas antes de decirlas, pero al mismo tiempo es como atrevido y sexy. mientras que Alex era más violento de la forma en que ni era sexy ni atrevido, era más violento de violento.
Y también me gustó mucho más Kiara. En base así a la historia, me gustó también más porque ya conseguías adentrarte un poco más en la vida de los Fuentes, cosa que en el primero para mí que la autora no consiguió profundizar del todo.
El final, no sé, poco creíble y creo que me gustó más el de la primera parte, en el sentido de la acción no del amor.
   Pero así son las cosas y mis gustos.
En teoría, recomiendo que se lo lean sobretodo a los que se leyeron la primera parte, aunque sin habérsela leído pueden entenderla perfectamente.

   Besiitos, Clau.